Un contenedor para Zimbabue

Proclade Canarias envía un contenedor con material escolar a Zimbabue.

Fue un trabajo en el que participó y colaboró mucha gente, poniendo toda su ilusión.

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La mejor manera de conocer lo que ha supuesto al llegar a su destino es a través de las palabras de quienes lo recibieron:

El contenedor causó desde el primer día de su llegada mucha expectación. Se trataba de un gran regalo dejado en los campos de fútbol de la escuela que todo el mundo quería abrir.

En cuanto a la logística todo fue muy bien. Todo el papeleo y trámite para su llegada a Beira y Zimbabue estaba muy bien preparado desde la salida. No causó ningún problema su entrada en el país, sólo conseguir la excepción de impuestos por la importación nos cogió un poco de más tiempo por la necesidad de un papel que atestiguara la donación a la Archidiócesis de Harare.

Una vez en casa sólo quedaba abrirlo. De momento no todo el material se ha sacado. Inicialmente nos centramos en el mobiliario pues era lo más urgente en cuanto a las necesidades de la Escuela. En total se ha conseguido cubrir seis aulas de primaria con una media de 45 alumnos en cada una y los tres grupos de infantil con un total de 82 alumnos. En total se han beneficiado 340 alumnos. Las fotos y las caras de los alumnos hablan de este hecho.

Todas las mesas para el profesorado se encuentran también ya en las aulas. En este caso el mobiliario para el profesorado se repartió entre la administración, la Secundaria y la Primaria. La mayoría de las estanterías se han colocado en la Biblioteca de la Escuela Secundaria.

En cuanto al material escolar y didáctico también se ha enviado a la misma biblioteca, mapas, globos terráqueos, maniquí del cuerpo humano… Otro material escolar como mochilas, bolígrafos, lápices, sacapuntas y gomas se repartieron a los huérfanos del programa de Cáritas de la Parroquia. Desde la Parroquia se asiste en la escuela de San Vicente a un total de 234 huérfanos (177 primaria y 57 en secundaria). Todos ellos viven con familiares en el área de la Parroquia. Voluntarios de Cáritas Parroquial cocinan para estos huérfanos un refrigerio a media mañana y un almuerzo a la una de la tarde. Desde la Parroquia también se pagan todos los gastos escolares de estos alumnos (tasas escolares, uniforme, material escolar y transporte escolar pues muchos vienen de distancias de hasta 10 kilómetros), además de asistir en caso de enfermedad pues la mayoría de ellos son portadores de VIH con lo que están sujetos a muchas enfermedades oportunistas.

Muchos de los juegos, lápices de colores, estuches…se van a entregar al final del curso en lo que se llama el “Prize giving day”. Se trata del día en que se entregan las notas además de un pequeño regalo a cada niño como motivación por el trabajo hecho durante el año. Un colegio de nuestra categoría no puede permitirse hacer esto, pero este año el contenedor nos va a permitir muchas cosas.

El resto del material escolar se mantendrá en almacén para cuando se vea necesario. Es decir, que quedará dentro del contenedor. Este es otro de los grandes regalos. La llegada de esta caja de acero ha supuesto de la noche a la mañana la construcción de un almacén que la escuela no tenía. Con el tiempo se le podrá dar alguna otra utilidad: sala de ordenadores, Biblioteca de Primaria… Habrá que discernir bien qué hacer, pero de lo que ya estamos seguros es que va a ser un gran servicio para la Escuela.

Al abrir el contenedor nos dimos cuenta del gran trabajo que supuso organizar la carga del mismo. A la vez, la cantidad y calidad de todo el material nos habla también de la cantidad y la calidad de las personas que han hecho posible que el contenedor trajera tanta alegría. Entre y en las cajas, contorneándose entre los hierros del mobiliario y en las cajoneras de las mesas, en todo se respiraba amor y entrega, dedicación y gratuidad… A todos muchas gracias por la alegría y el amor que traía el contenedor.

Gracias

Profesorado, alumnos, padres de alumnos y administración de las Escuelas Primaria y Secundaria de San Vicente.